jueves, diciembre 28, 2006

XXX La fiesta está en tu cabeza










Hacía un tiempo ya que estaba describiendo órbitas en el espacio. Esta órbita me llevaba de una quinta en Olivos a mi cueva en el centro de la ciudad. Seguía trabajando por las noches en ese video club, pero también era dealer. El Líder, para los allegados. En este trabajo se pregunta poco y cuanto menos se sepa, mejor. El personaje que vivía en olivos cultivaba cannabis en el predio de su quinta. De él sólo sabía que se llamaba Víctor, pero todos le decían “el Rey” (con el artículo incluído) Así había delimitado una trayectoria que iba desde mi cueva hasta Olivos y viceversa. Siempre pensé que era tan difícil que me agarrara la policía en Retiro, a esa hora viaja mucha gente y si uno va “visualmente legal” está todo bien. Esa mañana fui hasta la quinta y me traje en la mochila un kilo de faso recién elaborado, estaba riquísimo, era muy, muy bueno, no me costaría demasiado venderlo. Así emprendí mi recorrido de vuelta, al salir de la estación comencé a caminar y en una esquina se me cruzaron cinco policías. Avancé, ellos impedían que los autos avanzaran por esa calle, y toda la calle estaba llena de policías, en los edificios, las veredas, la Plaza San Martín y todo ese porro caminando. Llegué hasta imaginar que yo mismo era un porro caminando. Cerca del ministerio estaba todo vallado y detrás de las vallas, más policías. Policías por todos lados, me pasaban por al lado, se contaban chistes, había un camión hidrante y varios carros de asalto. Y yo avanzaba entre medio de tanto policía. Cuando salí de allí sentí un gran alivio, porque si bien me reía por dentro de ellos, también pensaba que si me agarraban estaba todo mal. Llegué a mi cueva, me tiré en la cama, sonó el teléfono: era mi primer cliente del día, quería cincuenta gramos. Pensé que ese sería un gran negocio, sonreí y continué escuchando Lady, your roof brings me down y me sentía EL LOCO (con artículo incluído)

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

muy buen capitulo man, me engancho a pleno

9:25 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Esto esta bueno, loco. me dan ganas de seguir leyendo--cosa que no pasa, usualmente, con toda la gilada-residuo que se hace llamar literatura, en estos tiempos en este planeta.
salud!

8:56 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home